me devora el poema
muerde lentamente los tejidos
las palabras pretenden dibujar el contorno
competir con la mano que investiga
se ramifica
el deseo
hasta en los huesos
la ropa queda a un lado
testimonio de un pretérito
imperfecto
puedo viajar por el pasaje donde la luz niega el secreto
recorrer huecos y aristas
sin hartarme
y hasta podría simular la entrega
inventar algo distinto
si fuera necesario
una mentira.