“(…) Ahora sufro lo pobre, lo mezquino, lo triste
lo desgraciado y muerto que tiene una garganta
cuando desde el abismo de su idioma quisiera
gritar que no puede por imposible, y calla (…)”
Nocturno (Rafael Alberti)
atrás quedaron
una mujer con mirada lluviosa
la pequeña con trenzas y zapatillas blancas
promesas que abortará la vida
brazos desdibujados acompañando el barco
un agitar furioso de pañuelos
y murmullos de adioses que el llanto entrecortaba
atrás
quedó su pueblo chico montañoso
allá en Europa
y en él parte de sí
y en él su libertad
y una que otra ilusión ya cercenada
hoy todo es tan distinto
su realidad es roca nieve viento
un calabozo lóbrego
un traje a rayas que recuerda miserias
gritos nombres y súplicas que encriptan las paredes
atrás
quedó la vida.